martes, 27 de agosto de 2013

Ni siquiera los segundos pasan al unísono en este mundo roto, donde pesa más la palabra de un político que de un mendigo, donde la "belleza" insustancial de las cosas bonitas llena a las personas podridas. Y cuando todo te resulta tan ridículamente mediocre te das cuenta de que ni intentarías encontrar algo que te hiciera respirar, y cuando entiendes el miedo, cuando entiendes la tristeza, cuando lo entiendes dejas de ansiar sin tener y asumes que no tienes nada y que "merecer la pena" es algo relativo, y que el sentido de las cosas es no entenderlo. Desnudas tu mente y te encuentras un reloj roto y unas sábanas, una hoja en blanco y un lápiz sin punta, quién lo diría. Te escondes de los demás y acabas por no encontrarte. Y cuando despiertas y no reconoces tu vida, sabes que nadie llegaría a comprenderlo, porque ellos siempre buscan algo que les haga respirar.

4 comentarios:

  1. "Te escondes de los demás y acabas por no encontrarte."
    Destaco esta frase, pero por no hacerlo con el texto entero.
    Preciosa entrada, llena de valor.
    Un abrazo.

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  2. El mundo está podrido y con él arrastra las pequeñas flores que tratan de respirar.
    Me ha encantado tu entrada.
    PD:se te echaba de menos.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, Murmure. Es todo un honor tenerte por aquí.
      Un abrazo.

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